Antes de entrar deja fuera tu rabia y tu ira. Bienvenido a este bosque encantado, un lugar donde podemos dar rienda suelta a ese niño que todos llevamos dentro, tienes mi permiso para dejarle salir y que haga locuras. Sumérgete en este mundo mágico de las hadas y los duendes y vuelve pronto, te esperaré agitando mis alas

BIENVENIDOS A MI BLOG, quédate si te gusta lo que ves
gadgets para blogger

lunes, 8 de diciembre de 2014

La Hadita de la Navidad

Esta historia ocurrió en Belén, justo el día en que nación el niño Jesús:

Muchos eran los seres mágicos que se engalanaban para asistir a un evento tan importante.

Los unicornios hacían brillar sus cuernos, el fénix lucía un hermoso color rojo, los ogros parecían menos ogros, los duendes se vestían con preciosos trajes verdes, las hadas ayudaban a los pastorcitos a arreglar al ganado y a los árboles a adornarse con bellas flores. Los Reyes Magos eran ayudados por los elfos a cargar los camellos de Melchor, los caballos de Gaspar y el elefante del rey Baltasar. Las sirenas inventaban bellos villancicos.

Sin embargo, había un pequeño ser que no embargaba tanta alegría. Era una pequeña niña, del tamaño de un pulgar, que lloraba triste en el arrollo. El ángel que anunciaría el nacimiento del niño Dios, la oyó llorar y le preguntó:

-¿Que te pasa, pequeña?, ¿por qué lloras tan desconsolada?

Y la niña le contestó:

- Dios me encargado que le busque un regalo para el niño y no sé que puedo hacer. No tengo magia, no sé volar, no puedo hacer nada.

- Si Dios ha confiado en ti, es porque puedes hacerlo.- Le contestó el ángel.

La niña sonrió y dijo:

- Aunque nada soy, corazón tengo y prometo que intentaré hacerle un regalo al niño.

El valor y la voluntad que vio el ángel le conmovió y le regaló a la niña una de sus plumas doradas. Cuando la niña la cogió, la pluma desapareció y le brotaron dos preciosas alas.
Merina, que así se llamaba la niña, echó a volar muy contenta y los brillos que salían de sus alas, se convirtieron en estrellas. Así pues, un hermoso cielo estrellado, se iluminó justo cuando nació el niño.
No contenta con esto, el hada fue a buscar un cascabel y un palito y con su nuevos poderes mágicos los convirtió en un juguete para el niño: su primer sonajero. Este nuevo juguete sirvió a Maria para entretener al niño, cuando el pequeño Jesús lo agitaba, salían miles de estrellas. Y con ayuda de los demás seres mágicos, adornaron todos los pinos del lugar con guirnaldas y bolitas de colores.


Así pues, todos los seres mágicos y no mágicos, adoraron al niño, le dieron sus regalos, y bautizaron a aquella niña con tanta voluntad, como el Hada de la Navidad. Ella es la que se mete en el sueño de los niños, regalándoles dulces cuentos, y la que cuida y protege a todos los niños del mundo.

Es la protectora y la que, convertida en estrella, guía todos los años, a los Reyes Magos, casa por casa, donde hay niños.

3 comentarios:

  1. Hola Julia,tenía que ser un Hada! desde que empecé a leer me lo imaginé porque solo ellas tienen el poder de hacer aquello que Dios les encomienden.Bueno y los Ángeles también.
    Besos Poeta:)

    ResponderEliminar
  2. Hola Julia, esta hadita me ha conmovido, voy a tener que empezar a creer en ellas. Le coseré alas a mi fantasía, que la tengo algo dormida. Dulce cuento de Navidad.
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. I wish you and your family a Merry Christmas
    **************************
    Deseo que usted y su familia una Feliz Navidad

    Un pequeño regalo para usted

    http://nsm08.casimages.com/img/2014/12/08//14120811133512502812779261.gif

    ResponderEliminar

Deja tu comentario, todos serán bien aceptados, pero eso si, se respetuoso.
Gracias